El rey es la pieza más importante del ajedrez. El juego consiste en tratar de capturar el
rey contrario pero al mismo tiempo defender el rey propio, ya que la partida se termina cuando uno
de los dos reyes es capturado. Durante el juego el
rey
no puede estar bajo amenaza, en este caso el jugador amenazante podrá romper el silencio y
pronunciar la palabra «jaque», de esta manera el jugador con el rey amenazado deberá
proteger al mismo. En caso de que el rey amenazado no tuviera escapatoria, el contrincante
pronunciara «jaque mate» y finaliza la partida. En sí, esto no es una obligación de los
jugadores, pero se usa en la actualidad, sobre todo en los torneos de ajedrez a nivel
amateurs.
El rey solo puede desplazarse una casilla a la vez en cualquier dirección, si el
rey no se ha movido durante el encuentro, este podrá hacer un movimiento especial, en combinación
con una de las torres, a esto se le denomina enroque, con este movimiento el rey podría
desplazarse horizontalmente varias casillas e intercambiar de posición con una de las
torres,
siempre y cuando el rey no esté bajo amenaza de jaque.
Al momento de ordenar las piezas en el inicio del juego, el rey debe de estar
colocado en la casilla de su color opuesto, lo quiere decir es que el rey blanco debe estar en
cuadro negro y viceversa. Normalmente el rey está representado por la letra R, para cuando
se lleva un registro de la partida.
Desde el origen del ajedrez el rey siempre se ha movido una casilla en cualquier
dirección, manteniendo su movimiento casi inalterable al pasar de los siglos, incluso en el
chaturanga, que es el juego precursor del
ajedrez,
el rey también se podía mover solo un escaque a la vez. Fue aproximadamente en el siglo XVII,
cuando se implementó el enroque como lo conocemos hoy en día, este es un movimiento especial que se
realiza solo una vez en la partida por jugador, el cual tiene como objetivo proteger al rey,
intercambiándolo por una de las torres y ubicándolo en una de las esquinas del tablero,
generalmente detrás de una fila de
peones.
Para este tiempo se eliminó el requisito de que el rey no podía haber estado amenazado previamente
antes de hacer el enroque.
Como
estrategia en el ajedrez
se aconseja no hacer movimientos con el rey innecesarios durante la apertura de la partida, ni en
la etapa del medio juego. De hacerlo, sería para un enroque o para su protección. La defensa del
rey depende de las piezas su alrededor que lo protegen de los ataques del rival. A medida que el
juego se desarrolla y mientras llega a su desenlace, el rey puede pasar a ser una pieza más activa,
y se puede usar para capturar piezas rivales o proteger peones, convirtiendo de esta forma al rey
en un buen atacante y defensor de las piezas que se encuentran a su alrededor.
Mientras menos piezas tenga el rival, mejores y más certeros serán los
movimientos del rey y más fáciles serán sus huidas de una jaque, sobre todo en la parte del medio
del tablero. |